Disquisiciones sobre piedras 

Tomo piedras de la orilla del lago
Pequeñas /redondeadas
de colores intensos prestados por la lluvia
Gajos de rocas partidas por el frío
la nieve/el viento
o un tiempo de volcanes
Entes viejísimos
que podrían contarme otra historia
Han sido montaña
El modo más simple de justificarme
sería mi atracción por las formas
Sin embargo
no hay cualidad más incierta
Podrían ser los colores
pero es la pátina húmeda
la del milagro
Estas son piedras sencillas
Nunca formarán parte de un túmulo
o serán colocadas en la boca de un muerto
para preservar el cuerpo
No serán talladas
ni trituradas para obtener el ocre
y pintar en cuevas y aleros de montaña
Quizás esté equivocada
e ignore todo de las artes primales
pero algo nos liga a los guijarros
Lo vivo y lo aparentemente inanimado
unidos por un hilo
Bajo el cielo de plomo
la bruma es un incendio azul sobre el lago
Del mismo material vaporoso
son las hebras del hilo
el alimento que trasvasan
Siento el peso de las piedras
Trozos de eternidad en las manos
Lisura imperfecta
No hay eternidad uniforme
Hay las vetas /
el moteado de los distintos materiales
y una relación dispar entre nosotros
Su mera existencia señala
mi extrema finitud
Por esto cabe también la posibilidad
de que ellas me hayan elegido a mí
Desconozco qué pueda darle yo a las piedras
tal vez dilación a su destino de arena
algo tan lejano en mi tiempo
que el acto de llevarlas carece de importancia. 


Mónica Ortelli
Escrito sobre un atlas

es éste un inmenso munderío escribí
en la parte más celeste de tus pechos
cuando tu lengua daba indicios de victoria
en la estación del fuego
mientras morían ángeles calientes
sobre nosotros que viajábamos.
viajábamos por un oceanar interminable
decidiendo jubilosas travesías
en la confianza empapada de los cuerpos. después/
después temblamos entre latidos de alcohol
entre naufragios y regresos y partidas y
hablamos al final de tantas cosas.
hasta del ojo de dios enceguecido
del gran ojo hablamos que todo lo veía
que no ve nada ya ni el todo que dicen que inventó
ni la chispa siquiera ni el cordel
del que cuelga este planeta donde estamos
frente al ancho negrotal del universo.
ni el verso que escribo ve
ni la parte más celeste de tus pechos ya
no ve nada ya pobre / pobre dios
dios.


Hugo Toscadaray
VOLANDO

El avión carreteó y, finalmente, levantó vuelo. Pero sus alas no eran metálicas, eran alas vivas, como de pájaro, tal vez de águila, o como de ángel capaz de elevarse hasta el infinito. Hasta que fue evidente que no era un avión, sino un ser humano. No como Superman, que tiene superpoderes; no como Batman, un hombre sin superpoderes y capaz de volar con un equipo hecho por él. No, era un hombre común que volaba con lo que brotaba de su interior. Y pudo elevarse por encima de las casas, los edificios, los campos, las montañas,... más y más, buscando el infinito. Y buscando el infinito se encontró con el Sol del mediodía, en el cenit. Y con el Sol del mediodía, con su luz, pudo llegar a todos los rincones de la tierra, porque, sin dejar de ser él mismo, su cuerpo se había transformado en luz.


Silvio Puppi
María Carla Rodríguez

)Pinturas Sociales(









Dejar que drene,
que escurra
tanta agua estancada.
El ego como una jarra,
perforada,
que lleno de nada
pueda sonar,
cual instrumento,
al compás del universo.


Euge Testa
En el estanque
flotan
las monedas,
esas monedas
que dejaron los vecinos
cuando creían
que el brillo
iba a espejarse
en las miradas
de los gatos negros,
formando un yin y yang,
un equilibrio,
entre
la suerte
y la mala suerte.
Y en los bolsillos,
llevaban tréboles
de sal caída,
o gatos de los chinos
llenos de espejos rotos,
sostenidos
en la creencia
de que todo es malo
y todo es bueno
en una mezcla inexacta
de astrología,
y de destino.


Lourdes López
Recomenzar jamás ha sido fácil
pero sin vos parece un imposible.
No es que pese el amor insostenible
sino más bien que no hallo otro camino.
Es que juntos los dos somos invencibles,
somos río de humor y montaña de mimos.
Porque no hay que explicar lo inexplicable,
ni permisos pedir como los niños.
Soy libre si te tengo y libre sos conmigo.
Qué lástima que no puedas verlo así de simple
porque de verlo jamás te hubieras ido.
Es tan loco lo nuestro que si vuelves
aunque habitaste otras en este recorrido
jamás habrá reproche por lo vivido
y comenzaríamos despacio un nuevo destino.
Vos y yo somos uno a la distancia
nos acompañamos, nos sabemos,
estamos en lo mismo.
Y si juntos amanecemos muchos días
Parecemos un matrimonio ya vivido.
La magia nos habita entre los dos,
por eso me lamento y te lo digo:
Qué difícil que es para mí volver de nuevo
a recomenzar una vida y no contigo. 

Angélica Sonia Barrenechea